Así como existen secretos para mantener el cuerpo en forma, también hay claves para lograr una mente entrenada y en buen estado. Entérate cuáles son los pilares para que tu cerebro mantenga su lucidez plena, y pueda estar a tono con el ritmo que impone la vida actual.
1. Consume Omega 3
Son grasas poliinsaturadas o ácidos grasos esenciales. Son varios los estudios que avalan sus beneficios en favor de la función cerebral. Uno de ellos fue realizado en 2013 por la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania) donde se halló que el consumo ayuda a mejorar la memoria y previene el Alzheimer.
En la chía, avena, quinoa, linaza, nueces, el aceite de oliva y en varios pescados como atún, salmón, trucha arco iris, besugo, arenque, anchoa, sardina y caballa. Una dieta bien equilibrada debe incluir al menos 2 raciones de pescado graso a la semana de 3 a 4 onzas, y tratando de evitar comerlos fritos.
Dormir ayuda a recordar algo que se desea hacer el próximo día o en otro momento. Esta llamada “memoria prospectiva” incluye cosas como recordar tomar medicamentos o comprar una tarjeta de aniversario, explicaron los científicos de la Universidad de Washington en St. Louis. “El sueño fortalece este tipo de memoria” dijeron.
3. Haz ejercicio
Porque al hacerlo, se activa la producción de la hormona corticotrofina o CRF, que tiene un efecto protector del cerebro en general, y en particular, de la zona que tiene que ver con la pérdida de la memoria. También puede prevenir el Alzheimer, tal el hallazgo de investigadores de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido.
Los grupos de investigadores médicos más importantes recomiendan 150 minutos semanales de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso. "Cuanto mejor sea nuestro estado físico en la mitad de nuestra vida, menores son las posibilidades de desarrollar demencia", dijo la Dra. Laura DeFina, del Cooper Institute, en Dallas.
Las personas que hablan dos idiomas cuentan con una mayor flexibilidad mental que las que sólo hablan uno, según un estudio reciente de la Universidad Estatal de Pensilvania. Hallaron que al tener ambos idiomas activos todo el tiempo, se procesan de forma simultánea: esto fortalece el músculo mental y mejora la función ejecutiva.
"Ser bilingüe es un tipo de entrenamiento mental muy efectivo ya que de alguna forma, para activar un idioma hay que desactivar el otro, y ese cambio requiere de mucha atención", explicó Thomas Bak, de la Universidad de Edinburgo, al referirse a otro gran estudio sobre el tema. Puede retrasar la demencia senil en un promedio de 4,5 años.
A esta planta se le atribuyen muchos beneficios positivos para la salud por su alto contenido en antioxidantes y ahora, una nueva evidencia científica encontró uno más: según estudiosos de la Universidad de Basilea en Suiza, éste tendría un gran impacto en el rendimiento cognitivo, concretamente en la memoria de trabajo.
Cuando escuchamos música, ejercitamos nuestro cerebro de una forma única. "Existe suficiente evidencia científica que nos dice que la experiencia musical y el entrenamiento musical de tocar un instrumento, cambia nuestro cerebro, entrena y mejora varias funciones mentales”, explicó el Dr. Charles Limb, de la Universidad John Hopkins.
¿Qué tipo de música es mejor?
No es verdad que la música clásica nos hace más inteligentes, pero es cierto que le da al cerebro un mejor ambiente para desarrollar ideas y restablecer conexiones neuronales que nos permiten estar más alertas, concentrarnos mejor y mejorar el aprendizaje. Y la música movida, que anima al baile, es apta para mejorar el estado físico.
7. Ríe más a menudo
El humor y la risa ayudan a combatir la pérdida de la memoria en los adultos. Investigadores estadounidenses mostraron un video humorístico de 20 minutos a un grupo de personas y comprobaron que reducían su estrés y obtenían grandes mejoras en las pruebas de memoria, en comparación con quienes no lo veían.
Simplemente reír o pasar un buen momento, aumenta la liberación de endorfinas y dopamina en el cerebro, que provee una sensación de placer y recompensa, según los investigadores. “Hay cambios en la actividad de las ondas del cerebro que también mejoran la memoria y la capacidad de recordar” dijo Lee Berk, autor del estudio.
Las nueces, almendras y avellanas protegen al cerebro y ayudan a preservar la memoria, por su alto contenido en vitamina E, según un estudio publicado en New England Journal of Medicine, donde se halló que este nutriente retarda el avance de la enfermedad de Alzheimer y mejora la actividad neuronal.
Un revelador estudio de la Escuela de Medicina de Harvard sugiere que beber 2 tazas de chocolate negro caliente a diario durante un mes mejora la puntuación en test cognitivos y aumenta el flujo de sangre al cerebro. Además, estimula la producción de endorfinas (que mejoran el ánimo) y tiene cafeína que favorece la concentración.
El arroz, avena, cebada y otras harinas integrales, son vitales estimulantes del cerebro, ya que contienen una gran cantidad de ácido fólico y vitamina B6, muy importante para su correcto desarrollo. Además, al ser ricos en fibra ayudan a que los alimentos se absorban lentamente y el cerebro reciba la cantidad adecuada de glucosa.